viernes, 26 de noviembre de 2010

Espacio de trabajo

Un saludo retardado para los pocos seguidores de este humilde blog,

Perdón por los retrasos que ha habido y por todos los que habrá en el futuro, pero la vida de un profesional del marketing es un poco cíclica, y el período desde después del verano hasta vacaciones de navidad es uno de los más ocupados de todos.

Bueno, siguiendo con nuestros temas, en este post quería retomar el rumbo de mi enseñanza que rompimos con la lección sobre colores, hoy volveremos a lo más básico, y después de hablaros sobre los principios que deben regir vuestro trabajo y siempre debéis tener en cuenta, quisiera hablaros de uno de los momentos más difíciles para un diseñador amateur: el encuentro con la hoja en blanco.

La mayoría tienen miedo o no tienen ni idea de qué hacer al empezar un proyecto de diseño gráfico, y es normal, ves una hoja en blanco (en nuestros tiempos lo que vemos es la pantalla del ordenador en blanco) y tienes que introducir mucha información de manera que cumpla unos objetivos y a la vez que tenga buena presencia; no es una tarea fácil, pero hay algún truco que os puede ayudar.

Para empezar, debemos pensar globalmente: el diseño que voy a hacer, que debe contener? Es necesario hacer una simple estructura de las partes que debemos realizar: si es un folleto corporativo seguramente tendrá una portada, una introducción de empresa, una parte de productos o servicios, una parte de beneficios y otra de contacto, así que se tratará de una pequeña revista; si estamos haciendo un folleto comercial, seguramente será más simple y solo trataremos de poner los productos ofertados, con algunas características o beneficio básicos y con una imagen bonita y lo haremos en un folleto díptico o tríptico; si estamos con un anuncio gráfico, deberemos poner una imagen grande y unas grandes líneas de texto, que podremos completar con algo de texto menor, todo en un A4 o A5. Y así seguimos… solo es necesario emplear un poco de lógica para saber formato y estructura que deberemos utilizar en cada caso.

Una vez sepamos la estructura y el formato, llegamos a otra parte difícil, la de empezar a colocar información e imágenes. Os contaré un simple truco que os será bastante útil: primero de todo, eliminad todo lo superfluo, y quedaos con lo estrictamente necesario; convertid lo que os ha quedado en formas básicas, así un párrafo de texto se puede convertir en un rectángulo, un título en una línea gruesa y una imagen en una redonda, rectángulo, etc.; ahora podéis colocar estos elementos de manera fácil para que os queden bien distribuidos y homogéneos a la vez (es fácil, hasta los niños o los monos juegan con formas básicas); cuando lo tengáis, podéis volver a transformarlo en lo que necesitáis y acabar de llenar el documento como mejor veáis.

Si cuando tenéis el documento completo aun os quedan algunos elementos colgados y no sabéis como sostenerlas, siempre podéis meterlas en cajas, o usar líneas de separación.

Os dejo unos esquemas para que os quede claro lo que os digo:



 
Cuando la línea verde sería el título, el rectángulo azul, una imagen y el rectángulo marrón un párrafo de texto.
Así podríamos hacer todas las combinaciones que necesitemos, siempre que mantengan una estructura coherente, explicativa y que cumpla los principios del diseño.

Hasta la próxima, espero que no sea muy tarde.